CARITAS IN VERITATE
DEL SUMO PONTÍFICE
BENEDICTO XVI
A LOS OBISPOS
A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS
A LAS PERSONAS CONSAGRADAS
A TODOS LOS FIELES LAICOS
Y A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
SOBRE EL DESARROLLO
HUMANO INTEGRAL
EN LA CARIDAD Y EN LA VERDAD
1. La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su
vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal
fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad.
El amor —«caritas»— es una fuerza extraordinaria, que mueve a las
personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y
de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad
absoluta. Cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene
sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su
verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,32). Por tanto,
defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la
vida son formas exigentes e insustituibles de caridad. Ésta «goza con la verdad»
(1 Co 13,6). Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de
manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente, porque son la
vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano.
Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del
amor y la verdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto
de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros. En Cristo, la caridad
en la verdad se convierte en el Rostro de su Persona, en una vocación a amar
a nuestros hermanos en la verdad de su proyecto. En efecto, Él mismo es la
Verdad (cf. Jn 14,6).
Continúa en...
Caritas in veritate
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