viernes, 14 de febrero de 2014

Amor fraterno V

( 2-3 ) LECTURA DE LA CARTA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS COLOSENSES 3,12-17

Hermanos:

Puesto que son elegidos de Dios, santos y objetos de su amor, revístanse de un corazón compasivo, magnánimo, humilde, afable y paciente. Sopórtense mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro. Como el Señor los ha perdonado, perdonen también ustedes. Y sobre todas estas virtudes, pongan la caridad que es vínculo de perfecta unión.

Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos. Que la Palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Ilústrense y exhórtense mutuamente, con toda sabiduría. Con el corazón lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales y que, cuanto digan o hagan, sea en el nombre del Señor Jesús, dando por su medio gracias a Dios Padre.

jueves, 13 de febrero de 2014

Amor fraterno IV

¡SOÑAR, SEÑOR, SOÑAR!

Hazme soñar... ¡Soñar, Señor, soñar!...
¡Hace tiempo que no sueño!
Soñé que iba una vez -cuando era niño todavía,
al comienzo del mundo-
en un caballo desbocado por el viento,
soñé que cabalgaba, desbocado, en el viento...
que era yo mismo el viento...
Señor, hazme otra vez soñar que soy el viento,
el viento bajo la Luz, el viento traspasado por la Luz,
el viento deshecho por la luz,
el viento fundido por la luz,
el viento.., hecho Luz...
Señor, hazme soñar que soy la Luz...
que soy Tú mismo, parte de mí mismo...
y guárdame, guárdame dormido,
soñando, eternamente soñando
que soy un rayito de Luz de tu costado.


León Felipe

miércoles, 12 de febrero de 2014

Amor fraterno III



Una de las cosas más hermosas que podemos regalar y que hacen iluminarse la cara de la gente es una sonrisa, que además es gratis y hace mucho bien a la salud del cuerpo y del alma. Empecemos este día con la intención de sonreír más y de alegrar la vida a los demás. Escuchemos este poema.


Un sonrisa cuesta poco, pero vale mucho. Quien la da es feliz y quien la recibe la agradece. 
Dura sólo un instante y su recuerdo, a veces, perdura toda la vida. No hay nadie tan rico que  no la necesite y nadie tan pobre que no la pueda dar.
 Produce felicidad en el hogar, prosperidad en los negocios y es contraseña de los amigos.
 Es descanso para el cansado, luz para el desolado, sol para el triste y antídoto para los problemas.
 No se puede comprar ni pedir prestada, tomarla o robarla, sirve sólo como regalo. 
Y nadie necesita tanto de una sonrisa como quien se olvidó de sonreír.
 Sonríe siempre porque la sonrisa es el mejor regalo que podemos recibir y lo mejor que podemos dar. 
Y si con las prisas me olvido de darte una sonrisa, discúlpame: ¿tendrías la bondad de darme una de las tuyas?.
 Porque la sonrisa es la mejor cédula de identidad que tenemos para caminar en la vida.

martes, 11 de febrero de 2014

Amor fraterno II



Hoy se celebra en todo el mundo el Día del Enfermo, un día para recordar a tantas personas en el mundo, y quizá cerca de nosotros, que han sido visitados por cualquier tipo de enfermedad. Y también es un día para recordar a la Virgen María, la Virgen de Lourdes, que transmitió a una niña de Francia un mensaje de esperanza y de paz, el mismo mensaje que nos envía a nosotros para este día que comenzamos.  Escuchemos esta oración:

Señor, hazme un instrumento de tu amor.
 Bendice mi mente para que no sea indiferente ni insensible a los sufrimientos de los demás y de aquellos que están enfermos.
 Señor, bendice mis ojos para que reconozca en el que sufre tu rostro. 
Señor, bendice mis oídos para que escuche la voz de quienes me piden ayuda. 
Señor, bendice mis manos para que no permanezcan cerradas ni frías, sino que transmitan calor y cercanía hacia quien necesita una presencia amiga.
 Señor, bendice mis labios, para que no pronuncien palabras vacías y negativas, sino que expresen cariño, comprensión y cercanía. 
Dame hoy un corazón que sepa amar de verdad.
 Amén

lunes, 10 de febrero de 2014

Amor fraterno I




LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APOSTOL SAN JUAN 4,7-12

Hermanos míos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene, se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito para que vivamos por él.

El amor consiste en esto: No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.

Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor entre nosotros es perfecto.

domingo, 9 de febrero de 2014

Caritas in veritate

 CARITAS IN VERITATE
DEL SUMO  PONTÍFICE
BENEDICTO  XVI
A LOS OBISPOS
A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS
A LAS PERSONAS CONSAGRADAS
A TODOS LOS FIELES LAICOS
Y A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
SOBRE EL DESARROLLO
HUMANO  INTEGRAL
EN LA CARIDAD Y EN LA VERDAD



1. La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. El amor —«caritas»— es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta. Cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,32). Por tanto, defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad. Ésta «goza con la verdad» (1 Co 13,6). Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente, porque son la vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano. Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y la verdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros. En Cristo, la caridad en la verdad se convierte en el Rostro de su Persona, en una vocación a amar a nuestros hermanos en la verdad de su proyecto. En efecto, Él mismo es la Verdad (cf. Jn 14,6).
Continúa en...
Caritas in veritate